Cultura de Marca. Cuando el enemigo está dentro.

Nos ha pasado a todos en alguna ocasión. Un problema que a priori parece tener origen en el exterior, resulta que tiene más que ver con nuestra forma de actuar o pensar, que con lo que nos rodea.

Y esto lo podemos trasladar del mismo modo a las marcas y a las compañias, en las que muchos de sus problemas que parecen tener su origen en su producto, comunicación, identidad, posicionamiento, etc, al final en realidad tienen que ver directa o indirectamente con eso que llamamos Cultura de Marca.

Muchas compañías que se acercan a las consultoras, necesitan una redefinición de su Cultura, bien porque ésta sea prácticamente inexistente o bien porque esté mal formulada.

¿Qué es la Cultura de Marca?

Ya sabemos que las marcas se activan hacia dentro y hacia afuera. Pues bien, esa activación hacia dentro se refleja en la Cultura de Marca.
Constituye un pilar fundamental dentro de las compañías, y aunque no lo parezca tiene más de lógica que de cualquier otra cosa.

La Cultura de Marca, podríamos definirla como el ADN de una empresa, sus valores capaces de gobernar cada expresión de la marca, decisión de contratación o interacción con el cliente. Es la cultura definida por la empresa, en la que los empleados viven los valores de la marca y se alinean con la misma para entregar experiencias positivas y únicas a los clientes.

Con la Cultura de Marca apropiada, cada individuo se enfoca en un conjunto de metas y expectativas, que trabajan a favor de la propia marca, trasladando al exterior su valor, e implicándose emocional y estratégicamente en todas y cada una de las operaciones comerciales.

La Cultura, por tanto, se traslada de dentro hacia afuera de la compañía, y se convierte en un vehículo fundamental para alcanzar los objetivos de negocio de forma estructurada y estratégica. Del mismo modo, es capaz de fortalecer lazos entre los miembros del equipo, mantener el compromiso del personal y atraer potenciales clientes que conecten con la empresa, que relacionan sus valores personales con los valores fundamentales de la empresa.

Pero la Cultura como todo hay que trabajarla, no se trata de soltarla a modo de discurso alrededor de una mesa, si no que hay que dotarla de un marco, donde luego sea susceptible de ser activada y vivida (engagement). Un marco de actuación y de comportamientos, que reflejen nuestros valores, personalidad y propósito.


Algunos beneficios de la Cultura de Marca:

Motivar: A traves de una Cultura de Marca eficaz, se desarrollan entornos en los que los empleados están más motivados para realizar sus funciones. Además, suele ser clave a la hora de motivar a nuevos candidatos y atraer talento de alta calidad al equipo.

Crear embajadores: Los empleados son los mejores embajadores de la Marca, de hecho constituyen la Marca en si mismos. Por eso, si tus empleados no sienten la Marca, no puedes esperar que tus clientes la sientan o la entiendan.

Lealtad: Del mismo modo que la Cultura puede atraer a nuevos talentos, también puede atraer a clientes leales, que se identifiquen con ella.




Recuerda, antes de pensar que el problema viene de otro sitio, revisa tu Cultura de Marca.