Buenaventura es una microcervecera artesana de Toledo, que nace de la inquietud por conseguir una cerveza diferencial dentro del mercado de las artesanas. Distribuida hasta el momento sólo entre una pequeña red de locales de la ciudad de Toledo, la hace un producto selecto y muy deseado. En la actualidad cuenta con 3 variedades (IPA, Pale Ale, Trigo) y una edición especial (Keller).
Tipo de Negocio: B2C
Dar vida a una nueva Marca, que refleje valores como la autenticidad, la cercanía y la sorpresa. Una marca que irrumpa en un mercado algo saturado, en el que la diferenciación es cada vez más dificil, y en el que el consumidor ya no es un neófito en la materia, y cada vez exige más a este tipo de producto.
Una Marca honesta, basada en elaboraciones cuidadas y poca producción, que se muestra tal y cómo es, y que se dirigide a esas personas que saben apreciar la grandeza de los pequeños momentos y saben disfrutarlos junto a una cerveza muy especial.
Creamos un nuevo codigo visual inspirado en el arduo trabajo que las gentes del campo realizan para selecionar los lúpulos y cebadas que daran vida a la cerveza.
Tomamos la mano como símbolo de lo artesano, del esfuerzo y la constancia que supone elaborar una cerveza de estas características. Una mano que va tomando diferentes formas, que nos va contando una historia, dependiendo del estilo de cada una de las cervezas.
Los códigos cromáticos nos ayudan a diferenciar cada uno de los estilos, a la vez que nos proporcionan unidad, convirtiendo la familia de cervezaz Buenaventura en una marca reconocible.
El naming Buenaventura, suscitó en un primer momento controversia, sobre todo por tratarse de un nombre algo largo. Pero el peso emocional que llevaba implicito, sobre todo para el fundador, y lo ligado que estaba a la creación del negocio nos empujó a arriesgar. Por otro lado, fonéticamente pensamos que era diferencial y evocador al mismo tiempo.
Lo que teniamos claro es que la sencillez, humildad y esfuerzo con la que había nacido el proyecto, debía inundar también la identidad visual. No se trataba de hacer algo rompedor, si no más bien de que todo estuviera bien alineado con los valores de la marca.
El uso de un papel rústico para la etiqueta, una tipográfia de estilo caligráfico, unido al uso de sólo dos tintas (negro 1 color) le confiere un aspecto sencillo y elegante.